martes, 18 de abril de 2023

Escrito de prueba

 La noche, intranquila, resonaba por la ventana. Te despiertas en mitad de ella sediento, mas no despierto. El sueño te ciega. 

Intentas ir a la cocina para beber algo. Por el camino te tropiezas con tu gato color araña, haciendo que cayeses mal con la pierna derecha.

Llegas a la cocina, objetivo alcanzado. Pillas la garrafa con tanta ansia que te la tiras encima, pero te da igual, has conseguido (con una suerte que no se la cree ni el tato) pegar trago.

Antes de volver a partir rumbo tu cuarto, te percatas de una molestia en el gemelo sobre el que caíste con anterioridad, con parsimonia y delicadeza lo empiezas a palpar. Hay algo indescriptible, tiene un poco de relieve y es electrizante. Te preguntas que es, pero no le das mucha importancia, prefieres irte a dormir.

Horas más tarde te despiertas, ya de mañana. Interesado (ahora sí) miras el músculo, pero no hay nada. Tampoco había rastro del dolor o tacto, había desaparecido cualquier signo de ello, dejándolo en (si no es arrastrado por el paso del tiempo) un mero recuerdo.

2 comentarios:

  1. Aprecio que, tras el relatito, también se están desplegando las alas de una futura bloguera de categoría...
    Ánimo en la tarea.

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  2. Enhorabuena por el estreno y que este sea el pistoletazo de salida de tus futuras obras.

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